Empiezo a escribir en mi blog desde cero, ya que hasta ahora lo tenía muy abandonado entre unas cosas y otras. Voy a ir publicando sesiones nuevas y algunas antiguas que me he quedado con ganas de enseñaros.
La mejor manera de empezar para mí es con el reportaje recién nacido de mi bebé, el que me ha cambiado la vida, la forma de ver las cosas y me ha dado ganas de querer ser mejor en todo….
Llegó el momento
Cuando le tuve, hoy justo hace año y medio, se me fueron pasando los días. Todos los que sois padres lo comprendéis perfectamente, y yo sin hacerle las fotos. Tenía ese run run por dentro pero entre cambio de pañales, comida y falta de sueño. Por no hablar del postparto, cualquiera se ponía… Hasta que decidí subirme todo el atrezzo al salón de casa y cada vez que se dormía, en horas de luz, aprovechaba y le fui haciendo su sesión de fotos de recién nacido por etapas.
Esto es una cosa por la que vosotros no os tenéis que preocupar cuando vaya a hacer el reportaje de recién nacido de vuestro bebé, ya que yo me encargo de todo y solo os tenéis que relajar y disfrutar del momento.
Orgullosa del resultado
Ahora cuando miro las fotos, que es todos los días porque las tengo decorando toda la casa, (otro día escribiré sobre foto-decoración y os pondré algunas fotos de como las tengo yo puestas) me siento orgullosa de haber sacado fuerzas y ganas para ir haciendo sus fotografías newborn aunque fuese poquito a poquito. Sé que cuando él sea mayor las va a apreciar muchísimo y va a estar encantado de tener unas fotos artísticas de sus primeros días de vida.
Si queréis reservar vuestra sesión o regalárselo a algún amigo o familiar, es importante hablar conmigo durante el embarazo. Así podré explicaros todos los detalles y guardaros una fecha próxima al día del parto. Las fotos de recién nacido se hacen entre el 5º y 10º día de vida del bebé.
Estas últimas fotos, os preguntaréis, ¿quién hay detrás de la cámara? Son autorretrato con trípode y auto disparador remoto.
Como no iba yo a tener un recuerdo con mi cosita pequeña! me daba igual la tripa, o el cuerpo que pudiese tener, solo pensaba: “acabo de parir, que más quiero?”. Tenía claro que lo que quería era inmortalizar ese momento que se estaba pasando muy rápido. Para mí era importante dejarlo grabado en unas fotos que pudiese ver siempre que quiera y volver a revivirlo durante un momento más.